¿Qué pueden hacer las empresas para frenar la violencia de género?

La violencia de género no es un problema individual, es una responsabilidad colectiva

Cada 25 de noviembre, el mundo detiene su ritmo —aunque sea por un instante— para mirar de frente una realidad incómoda, persistente y demasiado silenciosa: la violencia que viven millones de mujeres simplemente por ser mujeres.

Como sociedad hemos avanzado, sí. Pero los datos siguen recordándonos que la violencia de género no es una excepción: es una herida estructural que atraviesa países, culturas, generaciones y entornos laborales. En el Instituto Más Mujeres queremos aprovechar este día para ofrecer una mirada profunda, consciente y, sobre todo, transformadora. Porque la violencia de género no se combate solo con estadísticas: se combate con educación, con prevención, con políticas reales y con la implicación activa de toda la sociedad.

La violencia de género: un fenómeno complejo que adopta múltiples formas.

Cuando hablamos de violencia de género, muchas personas siguen imaginando exclusivamente la violencia física. Sin embargo, la mayoría de las agresiones comienzan mucho antes de un golpe:

• Comentarios que humillan o desacreditan. Control sutil disfrazado de preocupación.
• Aislamiento progresivo del entorno personal o profesional.
• Amenazas veladas que generan miedo.
• Violencia económica, digital, institucional o vicaria.

La violencia de género es un proceso, no un hecho aislado. Y en ese proceso, el entorno juega un papel clave: ver, escuchar y no actuar también perpetúa la violencia.

Por qué este tema importa a las empresas.

Vivimos un momento histórico en el que las organizaciones no pueden mirar hacia otro lado. La violencia de género afecta directamente al bienestar, la salud mental y la capacidad de desempeño de quienes la sufren. Pero además:

• Impacta en la productividad.
• Aumenta el absentismo.
• Reduce la participación y el compromiso.
• Genera climas laborales inseguros o poco saludables.
• Afecta la reputación corporativa.

Por eso, cada vez más empresas están implementando protocolos de prevención, acompañamiento y detección. La igualdad no es solo un valor: es una competencia estratégica.

Lo que dicen los datos (y lo que aún falta por hacer).

Los datos globales y europeos muestran una realidad que no podemos ignorar:

• 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.
• En España, más de 123.000 mujeres cuentan con protección policial activa.
• El 70% de las violencias machistas no se denuncian.
• La violencia psicológica es la más extendida y la menos detectada.
• Aumentan los casos de violencia digital, especialmente entre mujeres jóvenes.

Estos números no son cifras frías. Son vidas. Son historias. Son decisiones de supervivencia que ninguna mujer debería tener que tomar.

La importancia de la prevención: actuar antes de que ocurra.

En el Instituto Más Mujeres creemos firmemente que la prevención es el pilar fundamental para erradicar la violencia de género. Y la prevención empieza con:

1. Sensibilización y educación Formar a las personas para que entiendan qué es la violencia, cómo se manifiesta y cómo se puede frenar a tiempo.

2. Detectar señales tempranas La violencia no siempre se ve, pero siempre se siente. Necesitamos dotar a las personas y a las organizaciones de herramientas para identificar conductas de riesgo.

3. Protocolos claros Las empresas deben contar con rutas de actuación, acompañamiento y protección.

4. Fomentar una cultura de tolerancia cero No basta con decirlo: hace falta practicarlo. En cada reunión, en cada conversación, en cada decisión.

5. Apoyar a quienes dan un paso valiente Creer, acompañar y proteger. Sin minimizar, sin juzgar, sin dudar.

Nuestro compromiso: acompañar, formar y transformar.

Desde el Instituto Más Mujeres llevamos años acompañando a empresas y profesionales en la construcción de entornos seguros, igualitarios y libres de violencias. Lo hacemos a través de:

• Programas de sensibilización.
• Formaciones en prevención y detección.
• Charlas y talleres especializados de autodefensa para aprender técnicas de seguridad, prevención y protección en situaciones de riesgo.
• Protocolos y auditorías internas.
• Acompañamiento a equipos directivos y mandos intermedios.

Nuestro propósito es claro: que ninguna mujer tenga que elegir entre avanzar y estar segura.

25N: un día para recordar que no estamos solas.

A todas las mujeres que han vivido o viven violencia, queremos decirles: os vemos, os creemos, estamos con vosotras. A quienes acompañan: vuestro rol salva vidas. Y a quienes todavía creen que esto no les afecta: toda persona tiene un papel en la prevención. Cada silencio cuenta. Cada gesto también.   La violencia de género no es inevitable. Es prevenible. Y juntas —como sociedad, como empresas y como personas— podemos construir realidades más seguras, más libres y más justas.

Que este 25N sea un punto de inflexión. Que no sea solo un día, sino un compromiso